CoreCivic reabre centro de detención familiar en Texas 2025
En un giro significativo en la política migratoria, el Centro Residencial Familiar del Sur de Texas, en Dilley, reabre sus…
En un giro significativo en la política migratoria, el Centro Residencial Familiar del Sur de Texas, en Dilley, reabre sus puertas para albergar a familias inmigrantes, tras un periodo de inactividad desde 2024. Este centro, operado por la empresa CoreCivic, fue cerrado gradualmente durante la administración de Joe Biden, que optó por eliminar la detención de familias inmigrantes. Sin embargo, con el renovado contrato entre CoreCivic e ICE, este centro se convierte nuevamente en una pieza clave en la estrategia de detención, con capacidad para 2,400 personas.
El Centro de Dilley, que se construyó en 2014 específicamente para alojar familias bajo la supervisión de ICE, operó en los gobiernos de Barack Obama y Donald Trump. Durante la administración Trump, los centros de detención fueron ampliados y hasta se llegaron a utilizar bases militares para albergar a niños inmigrantes, en respuesta al incremento de las llegadas a la frontera sur. En 2021, la administración Biden eliminó gradualmente este tipo de detención familiar, pero ahora, bajo un nuevo acuerdo, el centro vuelve a la operación hasta al menos marzo de 2030.
El portavoz de CoreCivic, Ryan Gustin, declaró que la empresa anticipa albergar familias en Dilley, aunque los detalles sobre las primeras detenciones no han sido aclarados aún. ICE, que históricamente ha recurrido a centros de detención privados para inmigrantes, se enfrenta a la creciente demanda de espacios para procesar a las familias, las cuales representaron aproximadamente un tercio de las llegadas a la frontera sur en 2024.
La reapertura de este centro reaviva el debate sobre las políticas migratorias en los Estados Unidos, especialmente en relación con las condiciones de detención y el trato a las familias que cruzan la frontera de manera irregular. Mientras tanto, los contratistas privados como CoreCivic siguen siendo actores clave en este proceso, ofreciendo soluciones “menos costosas” en comparación con el uso de bases militares.
Este cambio de rumbo refleja las tensiones políticas y sociales que siguen marcando la discusión sobre la inmigración en EE.UU., mientras las autoridades continúan adaptándose a las complejas realidades en la frontera sur.