Prohibición de comida chatarra en escuelas: impacto y controversia
La SEP busca frenar la obesidad infantil, pero la venta externa sigue sin regulación. Debate en redes y ajustes en planteles.
Desde el pasado sábado, entró en vigor la prohibición de venta de comida chatarra en todas las escuelas de México, una medida impulsada por la Secretaría de Educación Pública (SEP) y respaldada por la presidenta Claudia Sheinbaum. Con esto, se pretende eliminar los productos ultraprocesados con altos niveles de azúcar, sodio y grasas saturadas dentro de los planteles escolares para combatir la obesidad infantil.
El primer día de clases con la nueva norma, el lunes 31 de marzo, trajo consigo cambios visibles: estantes vacíos, máquinas expendedoras sin productos y cafeterías modificando su oferta. Si bien muchas escuelas han acatado la norma, la realidad fuera de los planteles es distinta. Comerciantes continúan vendiendo estos productos en los alrededores, sin regulaciones claras que impidan su distribución.
Opiniones divididas y el fenómeno en redes sociales
El impacto de la medida se ha sentido también en redes sociales. En TikTok, estudiantes han publicado videos que muestran el cambio dentro de sus escuelas: anaqueles sin frituras ni refrescos, cooperativas cerradas y la llegada de opciones más saludables. Mientras algunos aplauden la iniciativa por su enfoque en la salud infantil, otros critican la falta de alternativas atractivas y el hecho de que los productos chatarra sigan disponibles fuera de los planteles.
En el debate, algunos padres de familia han expresado preocupación por el impacto económico en los pequeños comerciantes que dependían de la venta de estos productos. Otros cuestionan si la medida tendrá un efecto real en la salud de los niños, considerando que el acceso a la comida chatarra sigue siendo sencillo en los alrededores escolares.
Desafíos en la implementación y lo que sigue
Aunque la prohibición ya está en marcha, su efectividad dependerá en gran medida del cumplimiento por parte de las escuelas y del control sobre la venta externa. Hasta ahora, no se han anunciado sanciones para los comercios que continúen ofertando estos productos en las inmediaciones de los planteles.
La SEP, por su parte, ha destacado que se seguirá promoviendo la alimentación saludable con alternativas accesibles para los estudiantes. La pregunta sigue en el aire: ¿será suficiente la medida para reducir los índices de obesidad infantil o solo cambiará la forma en que los estudiantes acceden a estos productos?