Stellantis suspende producción en México y Canadá tras aranceles de Trump
El impacto de los nuevos impuestos en la industria automotriz
El sector automotriz enfrenta un nuevo desafío con la reciente decisión de Stellantis de suspender la producción en sus plantas de ensamblaje en México y Canadá. La medida se tomó en respuesta al anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre el aumento de impuestos a la importación de vehículos, lo que ha generado preocupación en toda la industria.
Despidos y suspensión de actividades
Como consecuencia de esta decisión, la compañía confirmó que despedirá alrededor de 900 trabajadores en Estados Unidos, principalmente en instalaciones de tren automotriz y estampado que proveían piezas a las plantas en México y Canadá. La empresa aseguró que la suspensión es temporal, aunque no especificó una fecha para la reanudación de actividades.
Las fábricas afectadas incluyen la planta en Canadá donde se ensamblan minivans Chrysler Pacifica, Voyager y el Dodge Charger Daytona, que detendrá sus operaciones por dos semanas. Por otro lado, la planta Toluca Assembly en México, encargada de fabricar el Jeep Compass y el Jeep Wagoneer S, permanecerá cerrada durante abril.
Reacciones en la industria automotriz
El anuncio de Trump del pasado 2 de abril de 2025 establece un aumento del 10% en los impuestos de importación para diversas naciones. Aunque Canadá y México quedaron exentos de este incremento gracias al acuerdo T-MEC, el arancel general para vehículos importados aumentó al 25%, generando incertidumbre en los fabricantes.
Las empresas automotrices buscan estrategias para mitigar el impacto de estas medidas, evaluando alternativas para optimizar costos y mantener la competitividad en el mercado estadounidense. A pesar de la exención del T-MEC, los efectos indirectos de la política arancelaria han comenzado a afectar la producción y el empleo en la región.
Un futuro incierto para Stellantis y el sector
La incertidumbre reina en el sector automotriz mientras los fabricantes y proveedores intentan adaptarse a las nuevas condiciones del comercio internacional. La suspensión de producción en Stellantis podría ser solo el inicio de una serie de ajustes en la industria, lo que pone en riesgo miles de empleos y la estabilidad de la cadena de suministro.
Por ahora, los trabajadores afectados y la industria en general esperan más claridad sobre las decisiones que tomará Stellantis en los próximos meses, en medio de un panorama económico cada vez más desafiante.
